01 Mar ¿Cómo escoger los pies de gato ideales?
La importancia de los pies de gato en la escalada
-“Lo más importante son los pies”, “Coloca bien los pies”, “¡No tengo pies!”- Seguro que habrás escuchado estas frases millones de veces, desde el primer día que te subiste a una pared hasta en tu último encadene. ¡Y es que, sin lugar a dudas, la clave de la escalada está en los pies!
Así, no es de extrañar que el pie de gato se haya convertido en el elemento central y al que más atención deberemos prestar en el momento de adquirir nuestro material de escalada. Encontrar el pie de gato que mejor se adapte a nuestras necesidades será fundamental para disfrutar al máximo de nuestras aventuras en la roca. Simetría, dureza, suela o tipo de cierre serán elementos que deberemos tener muy en cuenta para nuestra elección.
El pie de gato es un elemento esencial para nuestras escaladas.
¿Qué talla escojo?
Si vas a comprarte tus primeros pies de gato y pides consejo a tus amigos más fanáticos, probablemente te asegurarán que el dolor al probártelos es indicativo de haber escogido la talla correcta y que debes comprártelos bien ajustados. Razón no les faltará en lo segundo, pero el dolor hay que ir tolerándolo de forma progresiva. Inicialmente es más apropiado priorizar la comodidad.
Tómate tu tiempo en probártelos y hazlo con varios modelos y tallas para ir descubriendo cual es el que mejor se adapta a tu pie y a tus necesidades. Todos tenemos los pies diferentes. Pies anchos o estrechos, dedos largos o más bien cortos, talón ancho o delgado… Por mucho que nos recomienden unos pies de gato, tenemos que comprobar que se adaptan bien a nuestros pies.
Tipos de horma, punta y suela… ¿Tienes dudas?
Tranquilo, a continuación te aconsejamos sobre el tipo que deberías escoger, en función de tu experiencia como escalador y tus objetivos.
Al principio, es mejor optar por unos pies de gato de suela plana y horma simétrica (sin una puntera demasiado afilada). Te sentirás más cómodo y te resultarán más que suficientes para dar tus primeros pasos en el mundo de la escalada, pasándolo genial sin demasiado sufrimiento.
Este tipo de pies de gato también es el preferido por aquellos que se atreven con vías de varios largos, donde la comodidad es fundamental para aguantar horas en la pared, sin llegar a desear amputarse los pies para dejar de sufrir?
Inicialmente es mejor usar pies de gato de suela plana y horma simétrica.
A medida que vayas aumentando la dificultad de las vías que pruebas, deberás ir sacrificando comodidad por precisión y será mejor optar por unos pies de gato asimétricos. Estos tienen la característica de presentar una parte frontal más agresiva, acabando en forma de punta sobre el dedo gordo del pie. Con ellos te será más fácil soportar el peso de tu cuerpo en pequeños agujeros, regletas o incluso en rugosidades de la pared.
Si tienes experiencia puedes usar gatos más técnicos, de horma asimétrica.
Comodidad vs Precisión
Este es el dilema. Hay que ir jugando con la balanza, con el objetivo de encontrar el delicado equilibrio que nos ofrezca nuestro pie de gato perfecto. No todo es blanco ni negro, en los grises está el secreto.
Un pie de gato demasiado ajustado puede ser muy doloroso y convertirse en tu peor pesadilla… ¡Y aquí hemos venido a disfrutar! Por el contrario, un pie de gato que no se ajusta de la manera correcta, te hará perder la confianza en tus pies y te hará sentir inseguro escalando. ¡Abróchense los ochos porque el vuelo está asegurado!
Hay que tener en cuenta que los pies de gato ceden con el tiempo (¡Ojo! ¡Más los de piel que los sintéticos!). Un buen consejo a seguir sería no usar los mismos pies de gato para entrenar en rocódromo que para salir a la roca. Puede que aquellos pies que te quedaban como un guante en la roca empiecen a ceder más de lo que creías después de muchas horas en el rocódromo.
¿Y el tipo de goma qué?
¿Duros o blandos? Esta decisión dependerá del tipo de escalada que más nos guste o más practiquemos. Si eres un enamorado de los desplomes y cada fin de semana recorres horas de carretera para llegar a Rodellar, unos pies de gato blandos y con una suela bien arqueada serán tus grandes compañeros de ruta. Necesitarás que tus pies se conviertan en otras dos manos. Esto también ocurrirá en aquellas vías exigentes, donde los pies deberás imaginártelos y donde la sensibilidad será un elemento fundamental.
Por otro lado, los pies de gato duros te permitirán descansar mejor, sobretodo, en las diferentes presas de las vías más verticales, y tus tendones del talón sufrirán menos. Este tipo de pies de gato trabaja de forma parecida a cómo lo hacen las botas rígidas de montañismo. Por el contrario, perderás en sensibilidad y te costará más fiarte de aquellas regletas minúsculas o adherencias.
Pies de gato blandos son recomendables para desplomes, mientras que los duros funcionan mejor en placas verticales.
¿Velcro o cordones?
Los escaladores más clásicos suelen decir en broma que “incluso los que usan velcro, se hacen bien el ocho”. Así que, bromas a parte, esta decisión la dejamos al gusto del consumidor, las diferencias son obvias. Con velcro te será más fácil ponerte y sacarte los pies de gato, mientras que con cordones, podrás ajustarte siempre los pies a tu gusto. Así que, si eres de los que te sacas los pies de gato justo cuando “chapas” la reunión, el velcro será tu mejor amigo.
¡A calzarse los pies de gato y a escalar! ¡Ya no hay excusas! En Decathlon Ciutat Vella encontrarás pies de gato para todos los gustos y te ayudaremos con tu elección.
¡Salud y roca!
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